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Guiados por el historiador Esteban Alcántara, la Asociación de Jubilados de Enfermería del Colegio Oficial de Enfermería de Málaga, ha visitado las ruinas de la antigua Alquería de Mollina, lugar donde fueron aprendidos el general Torrijos y sus compañeros de infortunio, el 5 de diciembre de 1831.

Asociación Torrijos 1831                            28/02/2025

A las 11´30 h. del pasado 27 de febrero, la excursión programada por la Asociación de Jubilados de Enfermería del Colegio Oficial de Enfermería de Málaga, a las ruinas de lo que fue la antigua Alquería de Mollina (Alhaurín de la Torre), puso pie en esa colina histórica y emblemática en cuanto a la defensa de las libertades y derechos constitucionales en nuestro país. A petición de la citada Asociación, guiaba la excursión el historiador malagueño Esteban Alcántara, que es presidente de la Asociación Torrijos 1831 y, además, coautor con Juan Pacheco del libro “Del Charcón a la Alquería. Un camino para Torrijos”, que describe tanto la historia completa de la Alquería de Mollina como, de forma pormenorizada, todas las vicisitudes del cerco al que los liberales del general Torrijos fueron sometidos en los días 4 y 5 de diciembre de 1831, tanto por las fuerzas regulares absolutistas como por los Voluntarios Realistas. La excursión disfrutó de momentos extraordinariamente buenos, tanto por todo lo explicado como por las  interesantes preguntas realizadas por los integrante de colectivo de Enfermería, personas con inquietudes por conocer más sobre el histórico edificio, así como por los sucesos acaecidos en ese lugar en diciembre 1831.

Decepción al ver el estado lamentable y ruinoso en el que se encuentra el edificio histórico más importante de Alhaurín de la Torre.

Como tradicionalmente ocurre desde 1971, para los visitantes que se trasladan hasta a Allhaurín de la Torre con el fin de conocer el lugar donde fueron hechos prisioneros Torrijos y sus compañeros, la decepción es mayúscula al comprobar el estado tan lamentable y ruinoso en el que se encuentra el edificio histórico más importante de Alhaurín de la Torre. “No sólo lo es por el hecho histórico que ocurrió aquí, reflejado en las enciclopedias históricas editadas en en nuestro país…”, explicó Alcántara, “…, es que no hay un lugar en todo Alhaurín de la Torre en el que se hayan concentrado tantos personajes históricos a la vez, como ocurrió en este solar que ahora pisamos, en la mañana del 5 de diciembre de 1831. Cito: José María Torrijos, mariscal de campo y última esperanza de la España constitucionalista de su época frente al terror desarrollado durante la «Década Ominosa» (1823-1833); Manuel Flores Calderón, presidente de las Cortes en 1823 y cofundador de los ateneos en España; Francisco Fernández Golfín, hijo del IV marqués de la Encomienda, coronel de Infantería y uno de los padres de la Constitución de 1812; Juan López Pinto, gran intelectual y teniente coronel de Artillería; Robert Boyd, oficial británico, primo del gran poeta John Sterling, y filántropo, que puso toda su fortuna en manos de Torrijos para dar la libertad que anhelaba para su país; Vicente González Moreno, gobernador político-militar de Málaga en 1831, jefe del Estado Mayor carlista en la primera guerra, y mano derecha del pretendiente Carlos María Isidro; y el subteniente Francisco Serrano y Domínguez, que mucho más tarde sería varias veces presidente del gobierno español, e incluso, regente del reino. Además, hay que añadir, que los rostros de los hombres que fueron detenidos aquí, en la Alquería, figuran en uno de los mejores cuadros que se exponen de forma permanentemente en el Museo del Prado”.
Sin duda, toda esta aplastante realidad histórica pone en evidencia la fatal inacción, la parálisis en iniciativas y abandono en el que se encuentra este lugar histórico desde 1971, hace ya más de medio siglo, unos muros esquilmados y en el olvido. En la última visita se ha podido comprobar como algunos carteles que antes relataban el valor histórico de la Alquería, han desaparecido. Contra este estado deplorable de cosas siempre ha elevado su voz la Asociación Torrijos 1831, con un buen número de propuestas a la institución municipal y con manifestaciones históricas en el lugar, cada mes de diciembre, para recordar el valor de lo acontecido.

Un descendiente de la familia del capitán Lomeña, jefe del Batallón de los Voluntarios Realistas de Coín que sitiaron a los liberales de Torrijos en la Alquería, presente en la visita.

Del grupo excursionista de la Asociación de Jubilados de Enfermería del Colegio Oficial de Enfermería de Málaga, uno de sus integrantes apellidado Lomeña, nos manifestó ser descendiente de la familia del conocido capitán José Sánchez Lomeña, jefe del Batallón de los Voluntarios Realistas de Coín, que sitiaron a los liberales de Torrijos en la Alquería. El capitán graduado y teniente retirado José Sánchez Lomeña, tras recibir un escrito urgente del jefe de los Voluntarios Realistas de Mijas, dando parte del desembarco de Torrijos y sus liberales, el día 2 de diciembre de 1831, se activó muy a primera hora de la mañana del día 3, reuniendo a la 1ª, 2ª, 7ª y 8ª compañías del Batallón, ya que estas se encontraban en el propio Coín, aunque por la precipitación del momento estas unidades no formaron al completo. A partir de ahí, inició la persecución del grupo de Torrijos, tanto por la falda norte de la Sierra de Mijas como por la zona del Arroyo del Valle. Finalmente, avisado de que los liberales se encontraban en la Alquería, mandó sitiar el cortijo, en silencio, en la noche entre el 3 y 4 de diciembre. Al amanecer de éste día realizó con sus compañías un furibundo ataque contra la Alquería que los liberales rechazaron con el fuego de sus armas. Tras el fusilamiento de Torrijos y sus compañeros, José Sánchez Lomeña fue uno de los condecorados por Vicente González Moreno.

Difícilmente podrá encontrarse en la provincia de Málaga, un edificio histórico con tantos daños padecidos en los últimos cincuenta y cuatro años, como la Alquería de Mollina en Alhaurín de la Torre.

Los daños han sido de todo tipo, incomprensibles para aquellos que valoramos y sentimos la historia. En 1971, la Alquería fue echada abajo por personas que ignoraron su valor histórico. Lamentablemente, nadie la defendió, quedándose Alhaurín de la Torre sin su edificio histórico más emblemático, que además tiene el plus añadido de que en sus muros se escribió un hecho de trascendencia en nuestra historia nacional, al ser referente en la defensa de las libertades y derechos en nuestro país. Así, la Alquería fue esquilmada de sus grandes vigas de madera, del salón de la gran chimenea donde pasaron la última noche en vela los jefes liberales mientras decidían qué opción tomar al día siguiente; de sus mármoles, rejas y balcones, de su histórica puerta de madera, de su tejería… A principios de los años ochenta, una máquina de demolición se empleó a fondo con golpes contra la torre musulmana, para esquilmarla de los sillares de su esquina norte. De haber seguido operando, toda la torre hubiera sido echada abajo en ese mismo día, pero un grupo de vecinos de Torrealquería reclamó la intervención directa del profesor cordobés de Historia Contemporánea, de la Universidad de Málaga, Fernando Arcas Cubero. En ese día, Arcas y los vecinos, lograron impedir la desaparición de esa torre almenara levantada en el siglo XIV y recogida en el Diccionario Madoz. Por ese tiempo, destaca también en la defensa de las ruinas, el maestro Carlos Mayorga, que procedía de la zona del levante español. Él recuperó en Cártama la emblemática la placa de mármol (estaba troceada), que en su día puso en la Alquería la Sociedad Excursionista de Málaga, en 1913, y que revelaba el hecho histórico vivido por Torrijos y sus compañeros en la hacienda, placa que había sido reparada por el duque de Aveyro, en 1919. Gracias a esa decidida intervención particular, hoy la placa se encuentra en la plaza principal de Torrealquería. Sin embargo, al pertenecer en los años ochenta a una entidad privada, en la colina de la Alquería de Mollina no cesaron de hacerse modificaciones en su solar, como el centenar de altos postes de madera instalados en 1988, enlazados en la parte superior con cables, que se instalaron rodeando las ruinas, todo un pasmo para las persona que sentían la Historia, como fue el caso del catedrático granadino de la Universidad de Málaga, Antonio Nadal, que se dirigió por carta al Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, en estos términos: “…, la posible alteración espacial de la Alquería del conde de Mollina supone un grave perjuicio para el ya esquilmado patrimonio histórico de Málaga…, todo lo que rodea al general Torrijos representa una de las señas de identidad más preciosas de nuestra historia”. Esta carta hizo que el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre emitiera un decreto de carácter urgente que paralizó lo movimientos de tierra y las estructuras de cemento. Sin embargo, a finales de 2003, de nuevo las máquinas operaron sobre la Alquería, arrojando sobre ella toneladas de tierras que taparon sus demolidos muros, e hicieron invisibles ya, para el visitante, las dimensiones antiguas del cortijo. De todo esto, la Asociación Torrijos 1831, que sólo llevaba entonces un año de vida, dio parte a Patrimonio, pero los restos, desgraciadamente, han continuado sepultados hasta el día de hoy. Para que fueran subsanados estos daños en la antigua Alquería de Mollina, la Asociación Torrijos 1831 colaboró con sus planteamientos y exposiciones históricas, en un proyecto de alcance elaborado por el Consistorio en 2006, para la reconstrucción completa de la Alquería de Mollina, un logro que permitiera una oferta de turismo histórico-cultural, singular respecto a otras opciones del resto del Valle del Guadalhorce. Este proyecto, que fue aprobado en Pleno hace diecinueve años, no se ha realizado, ni al día de hoy tiene visos de comenzar. Y mientras, cada año que pasa, se puede comprobar, cómo van desapareciendo restos de este muro, piedras de aquella esquina, etc. y aumentan los escombros con derrumbes de marcos de antiguas puertas que se antojan ya más como figuras fantasmagóricas que otra cosa… Por la parálisis de una inacción que se hace muy incomprensible para los que amamos los edificios que tienen entre sus muros historias llamativas de nuestro país.

Datos de la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831.

Tipo de Asociación: cultural, dedicada a la investigación histórica, y recreadora en sus actuaciones en público para exponer los hechos que representa. Ámbito de actuación: regional, recogida en el Registro de asociaciones de la Junta de Andalucía. Inició su periodo constituyente en el año 2002, siendo legalizada en 2003. Fue un proyecto original desde el principio, pues en España no se había creado anteriormente una Asociación sobre el personaje histórico de José María Torrijos y Uriarte, héroe de la Guerra de Independencia y defensor de las libertades y derechos constitucionales frente al poder absoluto del reinado de Fernando VII. Original en las formas, dedicación y fines, que recogen sus estatutos, cimentando sus antecedentes en los precursores que trabajaron sobre el personaje de Torrijos en la provincia de Málaga, en las décadas de los años ochenta y noventa del siglo XX y primeros años del XXI.
Como colectivo de recreaciones históricas, es el más antiguo de las dedicadas al siglo XIX, en Andalucía. En cuanto a las representaciones relativas a la Guerra de la Independencia en las que participa la Asociación, la recreación insignia, creada en 2007, es el “Regimiento de Infantería de Málaga”, unidad titular de Málaga que, salvo un periodo de disolución, tuvo vida castrense desde 1701 a 1893, siendo su historial heredado por el Regimiento Melilla en sus diferentes numeraciones, y que fue disuelto en Málaga, en 1985. Para entrar en su historial y actividades: regimientodeinfanteriademalaga.blogspot.com
Correo de Contacto: asociacióntorrijos1831@gmail.com También. A través del mismo se solicitan las visitas concertadas al Centro de Interpretación Histórico José María Torrijos (Refectorio), en el barrio de El Perchel de Málaga. Teléfono de contacto: 952234039. Página web: www.torrijos1831.com