Asociación Torrijos 1831.- Los integrantes de la Asociación Almazara han visitado el Centro de Interpretación Histórico José María Torrijos, sito en la Plaza de la Libertad, en el viejo barrio de El Perchel, de Málaga. Lo que viene a continuación es el artículo que ha editado la propiaAlmazara. «Estimados amigos de la Almazara: ayer domingo, a las 11,30 h. un grupo de almazáricos tuvimos la afortunada ocurrencia de acudir a la convocatoria de visita al Centro de Interpretación José María de Torrijos, sito en la Plaza de la Libertad, junto al perchelero Mercado del Carmen, en lo que fue el Refectorio o comedorde los carmelitas del antiguo Convento de San Andrés. En ese edificio el general Torrijos y sus compañeros pasaron su última noche antes de ser fusilados al amanecer del 11 de diciembre de 1831 en la playa de El Bulto. Nos hizo de guía Esteban Alcántara, historiador y presidente de la Asociación Torrijos 1831, conocida por sus recreaciones históricas». Más del citado artículo, a continuación.
«Este histórico espacio es un «museo vivo» que recuerda la vida y la obra del general José María Torrijos y sus compañeros» y que está a cargo de la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831. Fue inaugurado el 10 de diciembre del año pasado, como acto principal de las actividades que cada año, por esas fechas, organiza la Asociación HistóricoCultural Torrijos 1831. El Centro incluye cuadros, réplicas históricas, maquetas y paneles explicativos relacionados con esta revuelta liberal contra el absolutista Fernando VII, con documentos, cuadros y uniformes de la época para recrear y valorar el desembarcode Torrijos y sus hombres, su periplo por la provincia, su captura, el cautiverio en el refectorio y el fusilamiento en las playas de El Bulto, reflejado para la historia en el cuadro de Antonio Gisbert.
Los objetos expuestos tienen que ver con la historia de Málaga ciudad, y también con Mijas y Alhaurín de la Torre, los dos municipios que recorrieron Torrijos y sus hombres antes de ser apresados y conducidos a Málaga. Asimismo, hay cuadros relativos a esteimportante episodio histórico pintados ex profeso o donados por importantes artistas malagueños y una litografía copia del ya mencionado cuadro de Antonio Gisbert, existente en el Museo del Parado, objeto del libro «Unapintura para una naciòn». En el marco del Bicentenario del Museo del Prado, cuya idea motriz es celebrar el citado Museo como el gran regalo que se ha dado la nación española, esta exposición, en la sala 61 A del edificioVillanueva, conmemora, hasta el 8 de septiembre, el 150 aniversario de la nacionalización de las colecciones reales con la única pintura de historia que se encargó por el Estado con destino al Prado, Fusilamientode Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga, obra de Antonio Gisbert, que se exhibe, con la colaboración de Ramón y Cajal Abogados, junto a su boceto preparatorio (expuesto por vez primera tras su reciente restauración), óleos, estampasy documentos relacionados con la pintura.
Las obras de rehabilitación del refectorio del Centro de Interpretación José María de Torrijos en el Convento de San Andrés corrieron a cargo del Instituto Municipal de la Vivienda y costaron 1.143.000 euros, delos que 650.000 los aportó el Gobierno centra, con cargo al 1,5% cultural y 480.000, el Consistorio.
La intención, explicó Esteban Alcántara, es que el centro pueda acoger actividades culturales y visitas concertadas, «porque deseamos que personas de todas las edades, en particular niños y jóvenes, comprendan de forma amable y sencilla este importante hito de la Historia de Málaga». En este sentido, nos alentaron a quetambién la Asociación Almazara hiciera suyo este Cetro de Interpretación y concierte la presentación en ese espacio de cuantas actividades considere oportunas.
Esteban Alcántara manifestó que la Asociación Torrijos 1831 está muy agradecida contenta por el desenlace de tantos años, más de una década, de dedicación y desvelos y agradecida por la apuesta en sus día del alcalde de Málaga, pero también del equipo de gobiernoy los partidos de la oposición por recuperar el convento. Inicialmente fue un edificio religioso, con la desamortización de Mendizábal (1836) pasó a manos privadas, y en el año 2000 fue declarado en ruina. Elobjetivo de su propietario era vender el terreno a una constructora, pero gracias a la lucha de la Asociación Torrijos todo cambió.
A la Asociación Torrijos 31 se le encomendó la tarea de dotar de contenido al lugar, con el patrimonio, archivo y documentación que la citada Asociación ha ido recogiendo durante casi tres décadas, y realizarlas visitas guiadas. «Tenemos cuadros al óleo, maniquíes uniformados de la época, maquetas de todos los lugares relacionados con el desembarco y el periplo de Torrijos del 2 de diciembre al 11 de diciembre de1831, banderas, documentos y objetos que tenían las familias y descendientes de Torrijos», explica Esteban Alcántara. También se llevan a cabo conferencias y actividades divulgativas.
Casi todos los lugares históricos vinculados con Torrijos estaban abandonados, en estado ruinoso o sin señalizar. Precisamente, la Asociación Torrijos 1831 se creó cuando todo estaba mal. «Ibas a la alquería de Mollina, destruida; al refectorio, a punto decaerse; la cruz del Bulto no señalizaba dónde cayeron los liberales; ibas al cementerio de San Miguel y te encontrabas que nada indicaba la fosa común de los compañeros de Torrijos durante once años», recuerda Esteban Alcántara.