Asociación Torrijos 1831. 06.03.2022
Fotografías de Flori Sastre.
En el presente año, se cumplen los sesenta del rodaje de una película extraordinaria: “Lawrence de Arabia”, que fue dirigida por el gran director David Lean (como lo haría posteriormente con “Doctor Zhivago” y “La hija de Ryan”), dejando su indeleble sello de buen gusto cineasta, con unas imágenes inmejorables, y sirviéndose además de un elenco de actores entre los que destacaban, Peter O’Toole como el propio Lawrence, Anthony Quinn como Ada Ibu Tay, Omar Sharif interpretando al Sherif Ali Ibn el Cariz, Alec Guinness, Jack Hawkins, Anthony Quayle, José Ferrer, Claude Rains o Arthur Kennedy, y muchos más, constituyendo un reparto excepcional. La película sigue la estela del joven oficial británico Thomas Edgard Lawrence en su implicación en la revuelta árabe contra la dominación turca, sucedida durante la Primera Guerra Mundial. El film rodó diversas secuencias en nuestro país. Así, por ejemplo, la Plaza de España de Sevilla se convirtió en la sede del cuartel general del Ejército británico en el Cairo. Pero fue el paisaje desértico de Almería el que conseguiría más planos para reflejar la rebelión árabe y, especialmente, los combates de las tribus beduinas contra los turcos. Por encargo de Lean, el localizador de exteriores Eddie Fowlie encontró en 1961 un lugar ideal para el rodaje de la película, en el cauce seco del río Alias, en Carboneras. Allí, con madera, andamios, paneles y mucha escayola se construyó la ciudad de Aqaba, incluyendo su mezquita, en sólo un mes. Ese cauce seco del Alias, fue escenario y testigo de la conocida carga de los árabes para coger por la espalda a los turcos, cuyos cañones empotrados sólo apuntaban hacia el mar. Más datos para los aficionados al cine histórico, a continuación.
Visita a Carboneras.
Algunos integrantes de la Asociación Torrijos 1831 han visitado la localidad del litoral almeriense de Carboneras. El 4 de diciembre de 2012, coincidiendo con el 50 Aniversario de la película, se inauguró en la plaza situada junto a la Oficina de Turismo de Carboneras, una estatua dedicada a la película «Lawrence de Arabia», estando presente Omar Sharif, que contaba entonces 81 años de edad. Junto a la citada estatua también estuvieron nuestros compañeros, trasladándose después a la playa del Algarrobico, donde se encuentra el último tramo seco de la desembocadura del río Alias. En su cauce (hoy con más vegetación que cuando se rodó la película), nuestros compañeros inspeccionaron el lugar donde David Lean dirigió magistralmente la carga árabe y, también, el espacio donde el director levantó la ciudad de Aqaba (por una parte, de ese espacio pasa hoy por encima la carretera costera AL-5107). Recomendamos para el visitante, subirse a un mogote (el último en la margen derecha del río, antes de llegar a la orilla), donde existe un diorama que recoge, perfectamente, la ciudad de Aqaba levantada por Lean. Desde ese lugar, el director filmó diversos planos del ataque de los árabes a la guarnición turca. Finalmente, visitaron el rebalaje de la orilla donde Peter O’Toole y Omar Sharif protagonizaron la escena con sus respectivos camellos, tras “ser tomada Aqaba”. Hoy, la playa del Algarrobico está protegida por medioambiente. La película “Lawrence de Arabia” recibió siete oscar, y en 1991 fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
La compleja personalidad de Lawrence de Arabia.
Pero ¿Quién fue realmente Lawrence de Arabia? Un romántico, un aventurero, o sólo un ambicioso oportunista. ¿De dónde emergió aquel oficial galés que sin ser militar de carrera (lo era de complemento), se convirtió en Lawrence de Arabia? Toda su vida, e incluso su muerte, continúan en el día de hoy rodeadas de un halo de misterio. Se sabe, que su nacimiento (6 de agosto de 1888), procedía de una relación extramatrimonial de su padre, y que su apellido era falso. En 1907, Lawrence ingresó en la Universidad, donde se interesó por las Cruzadas y, especialmente, por la arqueología, estudiando árabe y acercándose a la cultura árabe. En 1909 ya trabajaba con el gran arqueólogo orientalista David G. Hogarth, que lo tuvo bajo su protección. Ese mismo año marchó a Mesopotamia, estudiando, además, varios castillos cruzados en Tierra Santa. Un año después, trabajando para el British Museum opera en las excavaciones de Karkemish (río Éufrates). Pronto entablará amistad con un joven mulero árabe, Salim Ahmed, que será su fiel compañero en toda la epopeya posterior. Su relación con él será muy comentada, y con ella, Lawrence siente el gran impulso de vestir y vivir como un beduino. El gobierno británico decide llevar unos reconocimientos en la península del Sinaí, a cargo del capitán Newcombe, que la camufla acompañado de varios arqueólogos, entre los que va Lawrence. En realidad, va a ser su primera acción de espionaje, convirtiéndose a partir de ahí en agente británico. Tras marchar a Inglaterra, al estallar la Primera Guerra Mundial en 1814, vuelve al Cairo, en misiones de cartógrafo, siendo ascendido de golpe a capitán lo que crea el pasmo de sus compañeros, con los que no se llevará nada bien, primero por su insolencia y segundo por considerarse superior a los de su empleo por pertenecer al Intelligence Service, lo que le llevó a estar presente en las fases más cruciales en los enfrentamientos contra los otomanos. Colaboró con los armenios en la toma de la ciudad de Ezerzum, luego operaría en Kut el Amara. Pero su ascenso mayor lo consigue con la creación en el Cairo del Arab Bureau, dependiente del Foreign Office. En 1916, Hussein enarbola la bandera de la revolución contra los turcos. Su hijo Feisal, identifica a Lawrence como un jefe singular, en la guerrilla árabe contra los turcos. Vestido como beduino, pronto estos lo llamarán “Orens”. Con guerrilleros hachemitas, el 6 de julio de 1917 consigue ocupar Aqaba, atacándola por tierra, para ello sería fundamental el apoyo de la caballería de un bandolero del desierto llamado Ada, en la película interpretado por Anthony Quinn. En esos momentos, Lawrence era un firme apostador de la nación árabe, pero pronto los manejos de las embajadas británicas y francesas, comienzan a repartirse las áreas de influencia de los territorios que se van ganando al imperio turco, lo que llevará a Lawrence a una crisis moral que acabará por destruirle. Por una parte, su obediencia como oficial del imperio británico, por otra, el compromiso de su palabra dada a los líderes árabes. Sin tener en cuenta los planteamientos políticos, el 1 de octubre de 1918, ocupó Damasco, en el corazón de la prevista zona francesa. A partir de ahí se convertirá en un personaje muy incómodo para Gran Bretaña y Francia. No obstante, gracias al apoyo de Churchill, logrará en sus misiones obtener para Feisal y Abdullah los tronos de Irak y Transjordania. Mientras esto sucede, el periodista norteamericano Lowell Thomas, corresponsal de guerra en el frente, hará famoso a Lawrence hablando de sus hazañas en un aserie de conferencias acompañadas de diapositivas. Nacerá así entre el gran público el mito de Lawrence de Arabia, el héroe de la rebelión del desierto. Sin embargo, su popularidad llega tarde para su situación personal, ya que la entrega de los dos reinos a Feisal y Abdullah será su último momento de gloria, pues su vida ya se convertirá en un calvario, cambiando de nombre con frecuencia y militando simplemente como soldado, huyendo de su fama y de sí mismo. El 26 de febrero de 1935, Lawrence se despide del Ejército al terminar su periodo de enrolamiento. Sólo dos meses después, acabará su vida en circunstancias poco claras, el día 19 de mayo, tras haber sufrido un accidente con su moto el día 13 del mismo mes, por no atropellar a dos ciclistas. Nos dejará para comprenderle “Los siete pilares de la sabiduría”.