Asociación Torrijos 1831 09/11/2023
En la tarde del pasado 4 de noviembre, y gracias a la gestión del Ayuntamiento de Cartagena, los integrantes la Asociación Torrijos 1831 visitaron el Museo del Teatro romano, por la buena fama que le precede, quedando muy satisfechos tanto de lo visto como por las extensas explicaciones de los guías asignados al grupo. Además de la parte museística, los integrantes de nuestro colectivo pudieron pasar a ver el propio Teatro romano, hoy ya en muy avanzada recuperación arqueológica, respecto a cuando estuvimos en Cartagena en 2006, felicitando sinceramente a los responsables por estos notables y necesarios avances.
En 1988, de forma accidental, se descubrieron los restos del teatro romano de Cartago Nova, un edificio del que no se tenía ninguna constancia histórica ni arqueológica. El motivo por el que no se tenía constancia de la existencia del teatro y que pasara inadvertida durante siglos, es que el emplazamiento donde se encuentra el mismo es uno de los pocos lugares de la ciudad de Cartagena donde la actividad humana ha estado presente de manera constante a lo largo de la historia, con lo cual, se fueron construyendo sobre los restos del teatro diversas edificaciones a lo largo del tiempo hasta ocultarlo totalmente. Un ejemplo de esto sería la Catedral de Cartagena, que se encuentra superpuesta en parte sobre el teatro. El proyecto de recuperación del teatro romano de Cartagena, además de servir para restaurar el monumento, ha servido como impulso para comenzar la regeneración de una de las zonas más degradadas de la ciudad. Al mismo tiempo, al estar situado cerca de otros edificios emblemáticos de la ciudad como la antigua catedral, el Palacio Consistorial y el Castillo de la Concepción.
El teatro fue encargo del emperador Augusto en cuanto a su política de romanización y en su construcción se emplearon materiales y técnicas locales junto a elementos decorativos importados directamente de talleres imperiales y realizados en mármoles de alta calidad procedentes de Carrara y Grecia. En marzo de 2003 se puso en marcha la Fundación del Teatro Romano de Cartagena. Los objetivos que se marcó dicha Fundación fueron la puesta en marcha y ejecución del proyecto de recuperación del teatro romano y, una vez acabada la restauración, continuar vinculados a la gestión y mantenimiento del museo y del propio teatro.
Recuperación e integración de un extraordinario espacio histórico.
El proyecto de recuperación fue encargado a Rafael Moneo. No se limitaba a la restauración del teatro romano, sino que abarcaba también la integración del monumento en el casco urbano, su mantenimiento, conservación y exposición con fines didácticos y culturales, así como la construcción de un museo y un centro de investigación anexos.
La integración del espacio del museo y el teatro romano en la trama urbana contemplaba el ajardinamiento de gran parte del entorno para su continuidad con los restos del castillo de la Concepción y la a urbanización de todo este sector. Los materiales empleados en la remodelación de la zona fueron cuidadosamente seleccionados para intentar conseguir armonizar el monumento histórico con las calles colindantes y con los espacios verdes creados en sus alrededores. El Museo del Teatro Romano es una parte importante del proyecto de Moneo y se creó en un intento de reunir todas las piezas halladas durante la recuperación del teatro en un solo espacio museístico. No obstante, cabe destacar que una importante cantidad de piezas recuperadas de la época del teatro no se encuentran en este edificio, sino en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena, de manera que el Museo del Teatro Romano únicamente contiene una colección relativamente pequeña que sirve para poner en antecedentes al visitante y prepararle para la contemplación del teatro romano.
Se accede al Museo del Teatro a través del edificio conocido como el Palacio de Riquelme que se encuentra en una de las zonas más emblemáticas de Cartagena, la plaza donde se encuentra el Palacio Consistorial de Cartagena. No sólo el Palacio de Riquelme está integrado en el Museo, sino que la antigua iglesia de Santa María la Vieja, al estar superpuesta sobre los restos del teatro, también queda incorporada al conjunto histórico. El museo está dividido en dos edificios que se encuentran unidos entre sí por un túnel que discurre bajo la calle. En el primer edificio, el Palacio de Riquelme, encontramos el vestíbulo, el salón de actos, la cafetería, la tienda del museo, la sala de exposiciones temporales así como el corredor sobre la historia del teatro y alguna dependencia más. El segundo edificio queda destinado a las colecciones permanentes del museo y a través de él se tiene acceso al teatro romano.